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Qué es el linfedema?

El linfedema es una condición crónica inflamatoria que se caracteriza por la acumulación de proteínas de alto peso molecular, junto con otros elementos como agua, sales, electrolitos y ácido hialurónico, en el espacio entre las células, que se denomina intersticial. Esto ocurre debido a un daño en el sistema linfático.

Existen dos tipos de daño que pueden afectar al sistema linfático:

  • Daño orgánico. Este tipo de daño se produce durante el desarrollo embrionario debido a la obstrucción, compresión o interrupción de los vasos linfáticos, o como resultado de su extirpación.
  • Daño funcional. En este caso, el sistema linfático puede estar anatómicamente intacto, pero su función está disminuida. Esto puede ocurrir, por ejemplo, debido a una insuficiencia valvular. Estos fallos en el sistema linfático pueden provocar espasmos, dilataciones de los vasos linfáticos y una disminución en su capacidad de transporte.

Ambos tipos de daño pueden conducir a la acumulación de líquido linfático y, por ende, al desarrollo de linfedema.

Clasificación del linfedema por su origen

Linfedema primario

Se debe a una alteración congénita del sistema linfático. Se caracteriza porque las vías linfáticas empeoran progresivamente debido al incremento de la concentración de proteínas.

Hay varios tipos de linfedema primario:

  • Aplasia. Es la carencia total de vasos linfáticos en una zona del organismo. Aunque se cree que es más por el cierre de los vasos linfáticos más que a la ausencia.
  • Hipoplasia. Corresponde a la disminución en el número de vasos linfáticos o que estos son más estrechos de lo normal. Esta suele ser la causa más frecuente.
  • Hiperestesia. Es cuando los vasos linfáticos carecen de válvulas funcionales y se produce un reflujo de la linfa debido a que las vías son más anchas de lo normal.

El linfedema primario suele aparecer de manera lenta y progresiva en el tiempo, o de forma brusca y acelerada cuando son desencadenados por un golpe, una inflamación, en el empbarazo, por un esfuerzo.

En cuanto a su aparición puede ser desde el nacimiento o en los primeros años de vida, en la adolescencia , en la tercera o cuarta década de la vida o en la menopausia.

Linfedema secundario

Aparece en aquellas personas cuyos vasos linfáticos se hallan en buen estado de salud y funcionamiento, pero que a raíz de una insuficiencia mecánica provocada por una causa externa al sistema linfático, se produce una acumulación progresiva de linfa en los tejidos.

Los linfedemas secundarios pueden deberse a diferentes causas:

  • Cirugías y radioterapias. La extirpación quirúrgica de ganglios linfáticos o la administración de radioterapia para tratar el cáncer pueden afectar directamente el sistema linfático. Por ejemplo, en el caso de la extirpación de ganglios axilares seguida de radioterapia, los vasos linfáticos y ganglios adyacentes pueden ser dañados o destruidos, lo que conduce al linfedema.
  • Traumatismos. Las lesiones extensas como heridas, torceduras, quemaduras o fracturas significativas pueden comprometer la regeneración de los vasos linfáticos dañados.
  • Inflamaciones. La inflamación de los vasos linfáticos (linfagitis) y los ganglios linfáticos (linfadenitis) puede causar obstrucciones debido a infecciones o agentes químicos.
  • Infecciones. A nivel mundial, la filariasis, causada por el parásito de la filaria, es la principal causa de linfedema secundario. Esta enfermedad infecciosa afecta gravemente el sistema linfático y es más común en países en vías de desarrollo.

Estadios del linfedema

Introducción
La International Society of Lymphology (ISL) ha establecido una clasificación para ayudar a identificar las diferentes etapas del linfedema. Esta clasificación nos ayuda a comprender mejor la progresión de la enfermedad.
Estadio 0 | Subclínico
En esta etapa, el daño al sistema linfático no es evidente externamente. Aunque puede haber cambios sutiles en los tejidos, como hinchazón no perceptible y alteraciones en la composición tisular, el linfedema aún no es aparente. Puede pasar un tiempo considerable antes de que se manifieste el edema de manera visible.
Estadio 1
En este nivel, hay una acumulación de fluido con alta concentración de proteínas. El edema tiende a aparecer en horas de la tarde y puede desaparecer cuando el miembro afectado se eleva. La hinchazón puede dejar una marca temporal al presionar sobre la piel.
Estadio 2 | Precoz
En esta etapa, el edema no desaparece después de un descanso prolongado y moderado. La hinchazón persiste y la piel puede volverse más dura, dejando una marca más pronunciada al presionar con fuerza. La elevación del miembro ya no produce alivio significativo.
Estadio 2 | Tardío
En esta fase, la piel puede volverse aún más gruesa y firme, y puede o no dejar una marca temporal al presionar. Puede haber acumulación adicional de grasa y fibrosis de moderada a severa.
Estadio 3 | Elefantiasis linfostática
En este estadio avanzado, se presentan complicaciones adicionales, como un aumento significativo de la deposición de grasa y fibrosis, lesiones en la piel como verrugas y quistes, así como roturas en la piel con liberación de linfa y endurecimiento permanente.

Síntomas del linfedema

Introducción
El linfedema es una condición que puede manifestarse con una variedad de síntomas, desde leves hasta más graves y debilitantes.
Inflamación visible
La hinchazón es uno de los síntomas más evidentes del linfedema. Puede afectar una parte del miembro o extenderse a todo el brazo o la pierna, incluyendo los dedos de las manos o los pies. Esta inflamación es visible y puede cambiar la forma del miembro afectado.
Sensación de pesadez u opresión
Las personas con linfedema a menudo experimentan una sensación constante de que el miembro afectado es más pesado de lo normal o está siendo comprimido. Esta sensación puede dificultar el movimiento y afectar la calidad de vida.
Infecciones frecuentes
Debido a los problemas de circulación linfática en el linfedema, es común que las personas experimenten infecciones recurrentes. La linfa, que normalmente ayuda a transportar desechos del cuerpo, puede no circular correctamente, lo que aumenta el riesgo de infecciones en el área afectada.
Fibrosis en la piel
Con el tiempo, el linfedema puede provocar cambios en la piel, como endurecimiento y engrosamiento. Esto se conoce como fibrosis cutánea y puede afectar la elasticidad y la textura de la piel, lo que dificulta aún más el tratamiento y el manejo del linfedema.

Diagnóstico del linfedema

Introducción
Además de los síntomas mencionados, es fundamental realizar una serie de pruebas para confirmar la presencia de linfedema o descartar otras patologías. Aunque en muchos casos estas pruebas no son necesarias, pueden proporcionar información crucial para un diagnóstico preciso. A continuación, algunas de las pruebas que pueden realizarse.
Análisis de sangre
Este análisis puede ayudar a descartar otras causas subyacentes que podrían estar causando la hinchazón, como problemas circulatorios o condiciones médicas específicas.
Flebografías y eco Doppler
Estas pruebas se utilizan para descartar problemas venosos o arteriales que puedan contribuir al desarrollo del linfedema. Proporcionan información detallada sobre el estado de las venas y arterias en el área afectada.
Linfografía y/o linfoescintigrafía
Estas pruebas son especialmente útiles en el caso de linfedemas primarios. Permiten evaluar el estado real de los conductos linfáticos mediante la introducción de un medio de contraste en el sistema linfático. Esto proporciona imágenes detalladas que pueden ayudar en el diagnóstico y planificación del tratamiento.

¿Cuál es el tratamiento del linfedema?

La valoración, tratamiento y seguimiento de los linfedemas, se suele realizar en los servicios de rehabilitación. Generalmente el médico rehabilitador, el fisioterapeuta y otros profesionales, se encargan del tratamiento de la persona con esta enfermedad.

El primer objetivo en el tratamiento de un linfedema es intentar que la circulación linfática de la parte afectada sea funcional y suficiente ; ya que, por sí sola, es incapaz de transportar la linfa que nuestro organismo produce de manera normal y que queda estancada.

La terapia que se lleva a cabo para poder lograr este objetivo es la terapia descongestiva compleja (TDC). Esta terapia es el enfoque terapéutico más eficaz y completo para el tratamiento del linfedema. Combina diversas técnicas:

  • Drenaje Linfático Manual
  • Terapia de compresión
  • Cuidados de la piel
  • Ejercicio físico

Todas estas técnicas debe estar adaptadas a las necesidades individuales de cada paciente.

En algunos casos, se puede complementar con presoterapia y electroterapia bajo la supervisión de profesionales especializados.


¿Cuáles son las opciones quirúrgicas del linfedema?

El tratamiento quirúrgico del linfedema se puede dividir en dos grupos:

1. Técnicas reconstructivas o fisiológicas

Se enfocan en la restitución de la función del sistema linfático dañado. Las principales son:

  • Anastomosis linfovenosa. Esta técnica consiste en derivar vasos linfáticos a venas superficiales, facilitando así el retorno de la linfa a la sangre. Mediante suturas extremadamente delicadas en vasos de menos de 0.5 mm, se busca activar canales linfáticos inactivos. Esta opción es adecuada para la profilaxis y el tratamiento temprano del linfedema, siempre y cuando existan vasos linfáticos lo suficientemente sanos.
  • Transferencia de ganglios linfáticos. El trasplante de ganglios implica la transferencia de ganglios de áreas "sobrantes" a la región afectada. Esta técnica altamente especializada requiere experiencia para evitar secuelas en la zona donante. Es particularmente útil en casos de cicatrices retráctiles y en reconstrucciones combinadas de mama y sistema linfático.

2. Técnicas ablativas o reductivas

Van dirigidas a la reducción del volumen mediante la resección del tejido cutáneo-adiposo hipertrofiado. Las más conocidas son:

  • Liposucción linfática selectiva. Esta técnica se emplea para eliminar la fibrosis y la grasa que se acumulan durante el linfedema crónico. Es recomendada en casos de linfedema de larga evolución con depósitos grasos significativos. Con una tecnología específica, esta liposucción es menos invasiva y segura, brindando resultados positivos en la reducción del volumen.
  • Profilaxis quirúrgica. Se aplica a manera de prevención. Tiene como objetivo prevenir el desarrollo del linfedema después de procedimientos quirúrgicos como la linfadenectomía. Se pueden realizar anastomosis linfovenosas en el mismo campo quirúrgico para desviar la linfa al sistema venoso. Esta medida preventiva puede implementarse tanto durante la cirugía como en los meses posteriores al tratamiento adyuvante.

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